MI PORQUÉ.....

Carta a mi HIJA:

Es un autentico placer ver el mundo a través de tus ojos inocentes.

Tus primeros años de vida han sido los mejores de la mía, no quiero que se me olviden nunca y por ello te escribo esta carta, por ello te dedico estas palabras.

Llegaste al mundo con los ojos muy abiertos, demostrando que "observar" ya sería una de tus grandes cualidades.

Cuando naciste me enseñaste que nuestra única manera de comunicarnos era el instinto, las rutinas, los lloros, tus ruiditos, que la única manera de conocerte era observándote, cuidándote, pasando tiempo contigo.

Y así se fueron convirtiendo los días en momentos mágicos repletos de sueño y cansancio, los meses te veían crecer y avanzar en tus logros, es un privilegio ver como un ser humano se vuelve humano.

Muchas emociones en poco tiempo, siempre queriendo estar presente en tus pequeños descubrimientos, observar tu evolución en la etapa infantil ha sido darme cuenta de que la niñez es la parte más pura de las personas.

Los primeros 5 meses juntas fueron intensos día y noche, empezaron repletos de inseguridades y miedos y poco a poco me enseñaste a creer en mi misma, me enseñaste que no importaba ser la mejor cocinera, ni la más guapa, simplemente ser tú mamá.

Me enseñaste a darme cuenta que a través del juego podíamos comunicarnos, yo podía enseñarte lo que sabía y tu podías enseñarme como aprende un niño.

Absorbías todo muy rápido y las sorpresas eran continuas, una niña inquieta, con mucha curiosidad y atenta a su alrededor.

Que bien nos encontrábamos juntas y que duras fueron las primeras separaciones, que impotencia tan grande no poder pasar más tiempo cerquita, que impotencia tan grande no poder explicarte que significa " el tiempo".

Pero lo asimilaste y nuestros reencuentros eran aún mejores, tu alrededor te aportaba otra visión del mundo y te enriqueciste, te ayude a vencer tus primeros miedos, caídas, animándote a superarte siempre, me enseñaste a tener paciencia y a sacarme una sonrisa incluso con los ojos cerrados.

Cuando empezaste hablar y a repetir mis palabras me di cuenta de que sería tu primer ejemplo, y que debía ser mejor en todos los aspectos. Tú me animaste a crecer como persona para que en el espejo te vieras reflejada.

Nadie ha creído en mi tanto como tú y espero que tú también tengas esa sensación, porque entonces te habré transmitido la autoestima que tú misma me diste.

No tengo la fórmula exacta para que te conviertas en una gran mujer y que tu futuro te depare éxitos personales, ni siquiera te puedo asegurar que no cargues con mis rencores y mis frustraciones, como dice Serrat en su canción "esos locos bajitos".

Aún nos queda mucha vida por delante y muchos errores que cometer, te deseo lo mejor del mundo y hazme un favor, QUIERETE.

Mamá.