¿Mamá quién es Carracuca?...y esto le conté.

 Mas viejo que Carracuca.

-Carracuca es una expresión para decir que algo tiene muchos años, hija. Pero ella insistió.
 - Ya, pero quien es Carracuca, ¿lo conoces mamá?.

Y esta es mi fábula:

Carracuca era un árbol, que empezó siendo chiquitito y que poco a poco fue creciendo y haciéndose mayor con unas raíces increíblemente largas y fuertes.

Carracuca no se daba cuenta de lo importante que era en el paisaje y en la vida de muchos seres del bosque, y siempre estaba soñando con poder ser una flor o una mariposa y poder volar todo el tiempo. Se sentía triste y siempre pensaba en todas las cosas que le gustaría hacer y ver, no entendía porque le había tocado ser inmóvil.

Carracuca llamó a la mariposa para hacerle una pregunta. -Mariposa, mariposa, ¿Cómo es tu vida? ¿Qué se siente al volar?, cuéntamelo anda. -Insistía Carracuca. La mariposa le contó que sentía miedo todo el tiempo porque siempre intentaban atraparla, tenía tantos colores que a los niños les encantaba y la perseguían todo el tiempo. La mariposa le contó que a ella le gustaría ser tan fuerte como un árbol para nunca más huir.

Carracuca, estaba extrañado, no entendía nada, pensaba que ser mariposa era lo mejor del mundo y sin embargo la mariposa tampoco estaba contenta.

Al día siguiente Carracuca volvió a llamar a la mariposa. -Mariposa, mariposa!. -Llamó a su amiga con gran entusiasmo. -¿Que pasa Carracuca?. Preguntó la mariposa. - Pues que ya lo entiendo todo, mariposa, todos anhelamos lo que no tenemos y nadie se para a pensar cual es nuestra misión en el mundo.-¿No lo entiendes mariposa?. -Dijo Carracuca totalmente orgulloso y feliz.

- Cada uno tiene un don especial en la vida y todos somos igual de importantes, corre! vuela!, sin miedo, busca en tus sueños, busca algo más importante que tú, algo por lo que estés dispuesto a dejarte las alas.

La mariposa un tanto extrañada, voló sin rumbo, pero pensando lo que Carracuca le gritaba desde lejos.

Carracuca, era un árbol milenario con fuertes raíces, llevaba tanto tiempo en ese bosque que conocía todos sus secretos, ahora era un árbol pleno, alegre y agradecido por creer en sí  mismo.

-¿Quién es Carracuca, mamá?. -Todos hija, todos somos Carracuca....nos falta encontrar el camino.